El MIT se ha comprometido con una serie de proyectos para cuantificar las emisiones de carbono del ciclo de vida de las edificaciones, desde la manufactura hasta la eliminación de desechos. A diferencia de la mayoría de estudios previos del análisis de ciclo de vida (ACV) de edificaciones, este trabajo incluye un análisis a detalle de la fase de uso u operación del ciclo de vida, innovación que ha permitido comprender mejor los impactos medioambientales del ciclo de vida de edificaciones comerciales y residenciales.
En particular, esta investigación demuestra que existen diferencias medibles entre los materiales existentes y que las estructuras de concreto comparadas con estructuras construidas en otros materiales, tienen el potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las edificaciones en un ciclo de vida típico de 75 años.